El cuerpo central del edificio albergaba la zona administrativa.
El pasillo comunica las diferentes oficinas de la plantilla administrativa así como la escribanía y el archivo de un tribunal, los locutorios…
Más allá de la puerta blindada vigilada constantemente por el puesto de la guardia, estaban la capilla y el acceso a la zona de detención. Sólo unos detenidos de derecho común que se ocupaban de las faenas exteriores, escoltados por los guardias, podían atravesar aquel espacio diariamente; todos los demás, al terminar las formalidades judiciales y al vestirse con el uniforme de la central eran repartidos hacia los patios o el cuartel de las celdas, o sea sus lugares de vida carcelaria.
Este espacio, punto álgido de la progresión de los resistentes durante la insurrección del 19 de febrero de 1944, conserva las huellas del combate que tuvo lugar con miras a la evasión colectiva.

Autores : comité de redacción - Traducción : Paulina Brault.
Fuentes : Asociación de Amigos de los antiguos detenidos patriotas de la Central de Eysses (Amicale des anciens détenus patriotes de la centrale d’Eysses), L’insurrection d’Eysses, éditions sociales, 1974. Corinne Jaladieu, La prison politique sous Vichy. L’exemple des centrales d’Eysses et de Rennes, L’Harmattan, 2007.

La escribanía, los locutorios 

Al llegar a Eysses, algunos detenidos fueron conducidos a la escribanía donde fueron sometidos a formalidades antropométricas (huellas digitales, fotos, señales particulares…) y tuvieron que responder a preguntas que permitían rellenar el registro carcelario. Luego se les confiscaron sus vestimentas y objetos para que se vistieran con el “uniforme penitenciario”, compuesto de un pantalón, una guerrera, una boina y un par de zuecos. Al final de 1943, al llegar masivamente a Eysses los resistentes de la zona Sur, estas formalidades se hacían directamente donde vivían los detenidos (o sea en los patios). Fue en este momento que el director Lassalle autorizó a los recién llegados seguir llevando su ropa civil.
Los detenidos encontraban a sus familiares en los locutorios situados en el ala este del edificio administrativo. Las visitas, al igual de las cartas o paquetes, representaban tantos enlaces con el exterior, que ayudaban a los detenidos a consolidar el espíritu de solidaridad y de resistencia.
El fracaso de la evasión del 19 de febrero de 1944 tuvo una repercusión nacional. En efecto, Vichy, que estaba enteramente movilizado, decidió el 26 de febrero de 1944 endurecer el régimen de detención del conjunto de los detenidos políticos en las prisiones francesas, en particular privándoles de paquetes familiares y autorizando una sola visita y una sola carta familiar por mes.

Las oficinas administrativas 

Las centrales estaban compuestas de varias categorías de plantillas: una plantilla de vigilancia y también, a diferencia de las prisiones en las cuales las penas eran cortas, una plantilla administrativa (director, subdirector, administrador, escribanía-contable, profesores de primaria, empleados, vigilante-jefe), una plantilla especial (médicos, farmacéuticos, capellanes) e incluso, algunas veces, unos agentes técnicos (jefes de talleres).
Entre 1940 y 1944, había unos 100 o 150 agentes trabajando en Eysses, en su mayoría oriundos de la región. Muchos eran auxiliares (un 66%) y la rotación de la plantilla fue muy alta entre 1940 y 1944, respondiendo así a las necesidades de una administración en crisis. La caza de “terroristas” ha acarreado un número creciente de detenidos y una carencia en la plantilla, así como la agravación de las condiciones laborales.