Légende :
Félix Llanos en una calle de Marsella, dos meses antes de su detención.
Genre : Image
Type : Fotografía
Producteur : Desconocido
Source : © Archivos Fabien Garrido Droits réservés
Détails techniques :
Fotografía argéntea en blanco y negro.
Date document : Julio de 1941
Lieu : France - Provence-Alpes-Côte-d'Azur - Bouches-du-Rhône - Marseille
Félix Llano nació el 29 de marzo de 1913 en Cienfuegos de Cuba. Cuatro años más tarde, su familia regresó a Asturias. Maestro de escuela en Trubia, se convirtió en militante activo de la ATEA-UGT, el sindicato de defensa de los docentes asturianos. También fue elegido en el Comité de Asturias del Partido comunista español. Su compromiso en favor de la democracia y de la Republica era total: alzamiento de los trabajadores de Asturias en 1934, combates contra el pronunciamiento y la sedición militar de Franco en 1936. El 24 de septiembre de 1936, el Comité de guerra de Gijón propuso que sea editado un periódico único representando todas las organizaciones del Frente popular (PSOE, PCE, JSU, UGT, FAI, CNT así como la Izquierda Republicana). Llanos fue designado para representar el PCE.
Por las discrepancias internas, el periódico nunca pudo ver la luz. Siendo el Partido socialista y los anarquistas las dos organizaciones principales en Gijón, el PCE tuvo que irse de la ciudad. Félix Llanos entonces fundó el nuevo periódico Milicias, editado en primer lugar en Llanes y luego en Covadonga.
En enero de 1937 tuvo lugar nueva tentativa unitaria con la creación del Comité provincial de Unidad de los Partidos Socialista y Comunista, con 3 delegados por partido. Félix Llanos fue uno de los tres delegados representantes del PCE. Sin embargo, y a pesar de una resistencia heroica, el frente republicano del Norte fue destrozado por los fascistas el 21 de octubre de 1937. Félix Llanos tuvo que huir a las montañas con un grupo de republicanos compuesto por José TUÑON y Mario HUERTA, así como por el “cubano” quien nunca fue identificado. Durante más de un año, llevó una vida fugitiva en la cual sufrió el frío, el hambre, chaparrones, el cansancio, el peligro continuo, la suciedad… El 31 de diciembre de 1938, se fue del maquis a alcanzar de manera clandestina la ciudad de Gijón. Allí quedó escondido durante 7 meses.
El 4 de agosto de 1939, gracias a redes clandestinas principalmente compuestas por mujeres, pudo alcanzar Francia (en septiembre de 1939, tras infiltraciones policiales, los franquistas desmantelaron estas redes, con la detención de 102 militantes clandestinos. La responsable Maruja CAMBLOR fue condenada a muerte. Su pena luego fue substituida por 30 años de cárcel). El 3 de septiembre de 1939, sin documentos de identidad, sin contacto alguno, sin dinero, sin dirección, fue encarcelado en Bayona y condenado a 45 días de cárcel por “entrada ilegal en Francia”, antes de ser traslado hacia el campo de Gurs, donde ya estaban 30.000 republicanos españoles.
En enero de 1940, fue traslado con la 185ª Compañía de Trabajadores Extranjeros (CTE) a Montreuil-Bellay (Maine et Loire). Durante 3 meses, sufrió un frio terrible en un alojamiento paupérrimo, una comida de mala calidad, así como condiciones laborales deplorables. Dos veces, estuvo encerrado en una barraca en guisa de prisión.
En abril de 1940, se encontró de nuevo en Gurs. A finales de junio de 1940, pocos días antes el Armisticio, millares de judíos y comunistas de Paris habían sido traslados al campo de Gurs. Aprovechó la situación y el trastorno resultante para escaparse… franqueando el portal central de Gurs. Huyó hasta Bayona. No logró embarcar en el último barco de evacuación de refugiados hacia África así que se fue a Biarritz. Tras una breve estancia en un asilo por mutilados de la Guerra Civil decidió llegar a Burdeos. Allí estaba un Cónsul permanente de Cuba que podía resultar útil, dado su primera nacionalidad.
A partir de este momento, tuvo que aguantar todas las vejaciones que las autoridades francesas hacían pasar a los refugiados españoles. Sin recursos materiales, logró salir del apuro desempeñando lo que hoy en día llamamos trabajillos. Sin embargo, como iba empeorando su situación material, se fue a Orléans, en agosto de 1940. Desafortunadamente, contrajo una pleuresía que le obligó a pasar varios meses en un sanatorio antituberculoso.
En febrero de 1941, llegó otra vez a Burdeos, por orden de la dirección de la Resistencia española. Tras varias peripecias, logró franquear la línea de demarcación, a principios de mayo. El 5 de mayo, mientras estaba en Marsella, la organización española le atendió. Otra vez por orden de la dirección clandestina, fue contratado por el Unitarian Service Committee (USC), dirigido por Noël FIELD. Esta artimaña le permitió llevar a cabo numerosas misiones en zona “libre” mientras iba mejorándose su situación financiera. Llanos estaba a las órdenes de Carmen de PEDRO y de Jesús MONZON, responsables del PCE en la zona “libre” así como en España. El 2 de septiembre de 1942, Llanos fue detenido por la policía francesa. Encarcelado en el fuerte de Vancia (Rillieux-le-Pape, al norte de Lyon) y luego en las prisiones de Marsella y Aix-en-Provence. El 9 de septiembre de 1943, la Sección Especial le condenó a 4 años de cárcel por actividades comunistas.
El 15 de octubre de 1943, fue traslado a la Central de Eysses con el número 2387. Allí se dio cuenta de que ya se había organizado una Resistencia entre los detenidos franceses. Se organizó una dirección clandestina entre los detenidos españoles, encabezada por el trío compuesto por Félix LLANOS, Miguel PORTOLES y Juan Antonio TURIEL.
El 19 de febrero de 1944, tras haber conseguido controlar los edificios de la prisión, los detenidos no lograron franquear el recinto y las líneas de defensa de los GMR. A eso de las once de la noche, ante el fracaso de la insurrección, los españoles organizaron un último ataque en dirección de la torre de observación norte-oeste. El grupo que constaba de 10 hombres, estaba encabezado por Félix LLANOS. Tras varias tentativas y por falta de dinamita, tuvieron que abandonar el combate.
El 30 de mayo de 1944, las autoridades de Vichy entregaron a Félix LLANOS así como al conjunto de los detenidos de la Central a la división SS Das Reich antes de ser deportados a Dachau. Dentro del campo donde tenía el número 73.683, Félix LLANOS obtuvo con la ayuda de un kapo alemán, antiguo voluntario de las Brigadas Internacionales, su nombramiento en el kommando “Transport II”, de donde podía desplazarse dentro del campo y así obtener algo de carbón. El carbón lo cambiaba por comida ante el personal corrupto de la administración del campo, lo que le permitió sobrevivir y también ayudar a numerosos camaradas. Llegó a ser responsable de la organización clandestina de los comunistas españoles del campo central de Dachau. Tras la Liberación, escribió : “ningún camarada del partido flaqueó aunque algunos murieron y muchos sobrevivieron en una tremenda miseria. Claro está que entre nosotros, nunca hubo casos de prostitución, robo o denuncia”. Añadió : “La memoria que tengo de Dachau es dolorosa. En los ojos está grabada la memoria horrible del crematorio. Sigo respirando la hediondez de los blocks cerrados… Dachau me ha matado de muerte lenta. Dachau ha destruido mi cuerpo… Pero la vida en el campo jamás consiguió empañar la pureza de mi conciencia”.
Unos años más tarde, Félix LLANOS falleció a consecuencia de las secuelas de su deportación.
Autor : Fabien Garrido - Traducción : Paulina Brault.
Fuentes : Archivos privados Fabien Garrido.