El Patio disciplinario
Dado que el régimen disciplinario era muy estricto en Eysses, los castigos eran numerosos (supresión de los locutorios, de los paquetes y de la correspondencia, traslado de los cabecillas…). Entre las sanciones estaban las celdas de aislamiento así como el patio disciplinario, donde el detenido quedaba bajo la vigilancia del guardia penitenciario sin discontinuidad y era obligado a seguir caminando 45 minutos con un descanso de 15 minutos.
Estos castigos eran infligidos tras la comparecencia del detenido ante la sala de audiencias, una especie de tribunal interno dirigido por el director del penal.
A partir de octubre de 1943, los detenidos políticos lograron imponer su propio servicio de orden. La dirección toleraba o cerraba los ojos a cambio de una paz interna que resultaba más fácil de conseguir, lo principal siendo impedir las evasiones. Pero todo cambió al llegar el director miliciano, en enero de 1944…
Autores : comité de redacción - Traducción : Paulina Brault.
Fuentes : Asociación de Amigos de los antiguos detenidos patriotas de la Central de Eysses (Amicale des anciens détenus patriotes de la centrale d’Eysses), L’insurrection d’Eysses, éditions sociales, 1974. Corinne Jaladieu, La prison politique sous Vichy. L’exemple des centrales d’Eysses et de Rennes, L’Harmattan, 2007.